¿Puede alguien ser coach y directivo al mismo tiempo?
He aquí un tema trascendente. A medida que la popularidad del coaching va creciendo, muchas empresas tratan de combinar ambas tareas y dar una formación de coaching a sus directivos o peor aún, confían en que el directivo ejerza como coach sin formación alguna.
No cabe duda de que el directivo puede hacer coaching informal, pero le resultará muy difícil sustituir realmente a un coach externo bien preparado, y eso por cuatro razones:
- El directivo tiene que ver a su «cliente» cada día, y eso le pone más difícil ser objetivo.
- El directivo ya está suficientemente ocupado corno para añadirle otra tarea a su carga de trabajo cotidiana.
- Su responsabilidad principal es con la empresa, no con su cliente, lo cual puede generar conflictos de confidencialidad.
- Puede que el directivo sea responsable de la evaluación de esa misma persona a la que aplica coaching, lo cual generará problemas. ¿Le resultara fácil a ese «cliente» confesarle a su jefe que no le gusta su trabajo o que cree que está mal dirigido? Sea cual fuere la realidad, lo más probable es que el cliente se vea obligado a guardar silencio sobre sentimientos y experiencias importantes en relación con su trabajo.
Así pues, si bien el directivo coach puede trabajar dentro de parámetros bien definidos, tales como la mejora de habilidades a corto plazo, en líneas generales un coach externo proporcionará mejores resultados.